lunes, 29 de noviembre de 2010

DESPROPÓSITO DE INFORME DEL GOBIERNO DE NAVARRA SOBRE EL TAV

El objetivo de estas líneas es hacer una crítica al llamado informe sobre los impactos positivos económicos, sociales y medioambientales de la implantación del TAV en Navarra, que fue presentado el en Iruñea por parte de representantes del Gobierno de UPN, y que contó con la presencia de cargos políticos del PSOE y del Ministerio de Fomento.

1. Consideraciones previas a dicho informe: en diciembre de 2008, un grupo opositor al TAV acudió al Defensor del Pueblo de Navarra con el objetivo de denunciar que el Gobierno de Navarra estaba ocultando la información referente al TAV a los ciudadanos. Su queja ante el Defensor del Pueblo incidía en la licitación y adjudicación de la elaboración de un informe de impactos económicos, sociales y medioambientales (presentado el pasado viernes, casi dos años después) adjudicados a la empresa MECSA SA, y en la negativa de dicha empresa a aceptar un dossier informativo sobre los impactos del TAV adjuntado por la oposición. La razón que manifiesta dicha empresa es que el Gobierno Foral ha impuesto la condición de que la información que se utilice para la realización de dicho informe sea exclusivamente la que decida el Gobierno de Navarra. Es decir, alguien que tiene como trabajo y cobra por elaborar un informe de impactos, ¿rechaza recibir gratuitamente un informe de impactos porque no se lo permite el Gobierno? ¿Para qué se ha gastado el Gobierno de Navarra 151.724,14 euros en un informe que sólo contempla hipotéticos beneficios (nunca perjuicios) económicos, sociales y medioambientales del TAV, si luego no puede ser utilizado para definir trazados, alternativas, etcétera? ¿Se busca información o propaganda? Así las cosas, tenía lugar la presentación de dicho informe, a simple vista más de uno nos hemos quedado de piedra al ver esa acumulación de cifras expuestas con la intención de que se conviertan en datos objetivos sin saber todavía, y me temo que durante mucho tiempo, de dónde salen esos datos y cuáles han sido las variables y métodos de investigación sociológica supuestamente empleados.

2. ¿Cuál es la verdadera intención de dicho estudio de impactos? Habría que decir de antemano que el objetivo de cualquier tipo de estudio o investigación que se realice con un mínimo de rigor científico requiere dar respuesta de manera razonada y contrastada a una serie de interrogantes previos que afloran en esta cuestión de fondo como es el TAV. Dicho sucedáneo de estudio (que en ningún caso explica el origen de dicha exposición de datos) no entra a valorar cuestiones tan cruciales en este debate como podría ser el precio del billete, si en Tudela va a haber parada o no, cuál será el recorrido del trazado pendiente de definir a partir de Zuasti, cuál sería el uso real de dicha infraestructura teniendo en cuenta que el actual tren convencional que va a Madrid va prácticamente vacío todos los días, qué tipo de mercancía va a transportar, si es que trasporta, cuánto nos va a costar realmente a los ciudadanos el TAV, cuándo devolverá ADIF a Navarra la cantidad que ésta va a aportar a la financiación del TAV... En la facultad de Sociología de la UPNA nuestros profesores nos insistían en que normalmente la intención de los estudios o trabajos de investigación previos eran la averiguación científica de datos o conclusiones a partir de los cuales se podría empezar a estudiar o investigar un asunto desde una determinada perspectiva. Es decir, lo lógico sería hacer un estudio previo sobre el TAV y luego ver si la construcción de dicha infraestructura es necesaria o no. Lo que no tiene sentido es realizar un estudio cuando ya se ha tomado la decisión de construir el TAV y ya se ha acordado la ruinosa fórmula de financiación de un TAV que a día de hoy nace en Castejón y muere en Zuasti, a no ser que la intención de dicho estudio sea un mero ejercicio de propaganda y publicidad para UPN y PSN.

3. ¿Por qué no se contemplan en el estudio los gravísimos impactos sociales, económicos y medioambientales del TAV? La realización de un estudio sobre los impactos positivos del TAV responde a una intención clara de ocultar la información a los ciudadanos navarros. Si ya es demencial que el Gobierno saque a la luz la contratación de un estudio sobre impactos positivos del TAV (tal y como pudimos leer en su día en el portal de contratación del Gobierno), mucho más demencial ha sido el comprobar las falsedades de dicho estudio. A la hora de realizar un estudio, lo primero es valorar tanto los aspectos positivos como los negativos que puede acarrear el TAV. Ocultar que el TAV va a arrasar con nuestro patrimonio natural formado por valles, pueblos y montañas, además de ignorar los miles de toneladas de CO2 que la construcción de dicha obra va a generar, y sobre todo cuestiones tan básicas como el efecto barrera, el aislamiento de comarcas y zonas rurales, los fuertísimos niveles de ruidos o la alteración de los ciclos naturales de ríos, arroyos y manantiales, es abordar el tema de una manera muy poco rigurosa. En cuanto al tema del dinero, está por ver si dicha infraestructura es rentable, el actual tren a Madrid cuesta alrededor de 50 euros, nada económico por otra parte, y resulta que todos los días va prácticamente vacío. ¿Qué le hace pensar al Gobierno de UPN que el TAV va a llenar los vagones a un precio considerablemente mayor? ¿De verdad hay un número suficiente de usuarios que con asiduidad vayan a coger el TAV como para que éste sea rentable? ¿A que resulta que vamos a tener que estar pagando toda la vida este capricho de algunos por que su explotación va a ser deficitaria?

4. ¿Por qué el Gobierno de Navarra se empeña en una obra que es un despilfarro? Sinceramente, si uno hace un repaso a la hemeroteca más reciente en torno al debate del TAV y de las altas infraestructuras, observará una serie de datos reveladores sobre los interrogantes que envuelven a este tipo de obras. Hablemos del baile de cifras de puestos de trabajo de la obra del TAV. En un primer momento dijeron que serían diez mil puestos, semanas después bajaron a cuatro mil, al cabo de unas semanas volvieron a incidir en que eran diez mil los empleos, y a día de hoy en el estudio nos dicen que serán alrededor de mil puestos de trabajo mientras dure la obra. Si hablamos de despilfarro, es obligado citar a Pepe Blanco y sus reveladoras declaraciones sobre el derroche de las altas infraestructuras como el TAV. Estas declaraciones se realizaron en mayo de este año, y en ellas venía a decir que la desenfrenada política de construcción de altas infraestructuras había llegado a su fin: "ya nada volverá a ser lo de antes, no podemos continuar con este derroche de dinero en infraestructuras públicas…", dijo el ministro. Pues bien, a pesar de esto, a día de hoy en Navarra vemos cómo se sigue con este despropósito de política. Tenemos un circuito de alta velocidad (de dudosa utilidad a largo plazo y de oscura financiación), tenemos una ampliación del aeropuerto de Noáin (de muy baja demanda y al cual el estudio del Gobierno le otorga una bajada de viajeros en avión del 17%, ya que supuestamente éstos utilizarían el TAV), y ahora resulta que nos van a imponer el TAV, un tren que sólo recortaría media hora respecto al ya existente y cuya obra rondará los tres mil millones de euros. Además, es necesario citar otros despropósitos como el Reyno de Navarra Arena o el Museo de los Sanfermines, cuya rentabilidad es más que dudosa.

Ante esta ceremonia de la confusión es obligado no olvidar la actual situación de crisis económica que padecemos con miles de trabajadores despedidos, EREs, precariedad económica y grandes dificultades para llegar a fin de mes para muchas familias. Esta situación a día de hoy se traduce en recortes en sanidad, educación, servicios sociales y otro tipo de derechos sociales. No hay dinero para hospitales, no hay dinero para la UPNA, no hay dinero para la renta básica, no hay dinero para oposiciones, pero sí hay dinero para el TAV. Personalmente creo que Navarra no se merece una clase política tan nefasta como la que estamos padeciendo, ¿tenemos lo que realmente nos merecemos? A la vista está que las cosas se pueden hacer de otra manera.

Javier Castejón, sociólogo; y Mikel García Aramendi, profesor de Geografía (en Diario de Noticias)

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