martes, 21 de junio de 2011

¿ANTE UNA NUEVA ESCISIÓN EN EZKER BATUA?

Aunque en sus declaraciones públicas los dirigentes de EB eluden hablar de la magnitud de las tensiones internas, sus dos sectores mantienen diferencias irreconciliables en la batalla por controlar el censo de militantes. La formación parece abocada a la escisión si nadie cede en sus posturas. El grupo que encabeza el ex coordinador general, Javier Madrazo, y el capitaneado por su sucesor, Mikel Arana, cuentan con sendos órganos de dirección y en breve cada uno tendrá su propio listado de afiliados con derecho a voto en una eventual asamblea general.

Portavoces de ambos sectores confirmaron ayer que las iniciativas lanzadas siguen su curso. Los aranistas han puesto en marcha un proceso de reafiliación que dejaría el control del censo en manos de un organismo externo vinculado a la dirección de IU en Madrid. Los afines a Madrazo, por su parte, han creado un comité para organizar una asamblea extraordinaria y alegan que EB es una organización soberana para negarse a perder el control del fichero de los militantes.

Las tensiones se han recrudecido a raíz de las negociaciones sobre el voto de sus dos junteras en Álava, imprescindibles para que el peneuvista Xabier Agirre sea reelegido diputado general frente al aspirante más votado, Javier de Andrés, del PP. Las diferencias parecen residir, sobre todo, en el modelo de organización y en la imagen transmitida a la opinión pública. El sector de Arana, que incluye a los comunistas del EPK y el sector crítico EPA, se muestra contrario a la estrategia de la era Madrazo de crecer en número de asesores y liberados para ganar capacidad de movilización. Quieren que las únicas contrapartidas que se consigan por apoyar al PNV en Álava sean programáticas.

La decisión de Arana de criticar en público la actuación de las dos junteras de EB, Nerea Gálvez y Mertxe Etzezarreta, que podrán constituir grupo propio al recibir prestado un juntero del PSE, se entiende mejor a la luz de la batalla por el censo, como si fuera un intento de convencer a los afiliados indecisos de pasarse a su sector.

Después de que Arana censurase la actuación de sus compañeras, varios miembros de la comisión territorial permanente afines a su línea ahondaron en las críticas el domingo. "El espectáculo de cambio de cromos debe ser desterrado de nuestra organización para no volver a caer en errores de nuestra historia reciente", afirmaron.

Madrazo ha delegado las negociaciones en Álava en Kontxi Bilbao, aunque el ex coordinador general estuvo ayer en Vitoria y se dejó ver cerca de la sede de EB poco antes de una reunión de la comisión permanente. Su sector tiene mayoría absoluta en el máximo órgano entre asambleas en Álava. La formación ultima un texto "para una posible negociación con el PNV", explicó a Efe su coordinador alavés, David Lozano. La comisión permanente mostró su total apoyo a las dos junteras.

Mientras tanto, Agirre participó ayer en un acto en el que tuvo que aludir al precedente de Extremadura, donde la presión de las bases de IU después de décadas de Gobiernos socialistas ha forzado que la dirección regional decida abrir paso al PP al frente del Ejecutivo autonómico. El diputado general alavés en funciones destacó que "se sigue hablando entre partidos" y deseó que lo ocurrido en Extremadura "no se repita aquí".

Aunque a primera vista los casos extremeños y alavés pueden dar lugar a algún paralelismo y nadie en EB puede descartar nada hasta el final -Madrazo y su equipo llevan con absoluto hermetismo las negociaciones-, los dirigentes de la formación consultados ven poco probable que sus junteras permitan de una u otra forma la constitución de un Gobierno foral encabezado por el PP.

Karim Asry, en El País

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