lunes, 8 de agosto de 2011

OSKAR MATUTE: "NO QUEREMOS QUE HAYA AMNESIA EN EUSKAL HERRIA"

No es portavoz oficial de Bildu pero sí una de las voces autorizadas de la coalición, que defiende la «metodología» que está siguiendo para afianzar el camino hacia la pacificación. Asegura que Bildu no quiere «que haya amnesia» del pasado, aunque «los pasos hay que darlos en el momento adecuado», por ejemplo, hacia las víctimas de ETA. «Estamos trabajando para que cualquier gesto que se haga no sea interpretado como interesado o como una amenaza», afirma.
- Una vez en las instituciones, ¿siguen estando cómodos en Bildu?
- Sí, sin duda. Estábamos cómodos antes de las elecciones y estamos cómodos ahora cuando vemos los primeros pasos de la gestión en el gobierno o en la oposición. No detectamos ni un indicador negativo que haga replantearnos nada, más bien al contrario. Lo que vemos en torno a la apertura de los ayuntamientos a la sociedad, en la representación proporcional en los diferentes órganos, o la reducción de salarios nos parece muy positivo.
- ¿Está la izquierda abertzale marcando el discurso público de Bildu? ¿Alternatiba se siente libre para incluir su postura?
- Desde Alternatiba nunca hemos tenido ningún problema a la hora de exponer nuestras posiciones y verlas reflejadas. Me parece que hay mucho experto en la izquierda aber-tzale, o que se las da de experto, que solo intenta negar lo evidente. Y es que Bildu ha propiciado la apertura de un nuevo escenario donde se dicen y hacen cosas que hace no demasiado tiempo parecían impensables e irrealizables.
- ¿Ha rebajado Alternatiba su tono contra ETA? ¿Lo han 'adecuado'?
- No. Alternatiba sigue pensando y expresando lo mismo de siempre, su rechazo a cualquier acción violenta venga de ETA o de cualquier otro sitio, que también las hay. Lo que estamos haciendo es contribuir de manera efectiva al afianzamiento de un proceso de paz y soluciones democráticas. Hay gente que prefiere relativizar o denostar cualquier paso y ofrecer una visión distorsionada de lo que decimos y hacemos. Pero por fortuna, la ciudadanía es bastante más inteligente.
- Pero sorprende que en algunos textos de rechazo a la violencia, en el debate de las mociones municipales por ejemplo, ni siquiera mencionen a ETA...
- Nosotros no obviamos que ha existido ETA, y que ha sido uno de los actores principales de la violencia, no el único. Pero eso no significa que nos prestemos a un juego con una clara intencionalidad política, que aporta bien poco en el camino de la paz, y que lo único que pretende es volver a escenificar una foto fija de buenos y malos. Eso no significa amnesia. No queremos que haya amnesia con el pasado en Euskal Herria, queremos que se cimente un proceso, y para ello hay que generar bases de conciliación dando los pasos adecuados en el momento adecuado, sin saltarnos ninguno y sin obviar nada. Pero es una reflexión que ni PP ni el Partido Socialista, rehén suyo la mayoría de las veces, hacen. Son dos partidos que se dicen diferentes pero funcionan absolutamente igual.
- ¿Y no sería más fácil ser más contundente contra ETA para acabar con ese «juego»?
- La pregunta no es si sería más fácil, sino si sería más efectivo.
- ¿Y no lo sería?
- Creo que no. No lo ha sido en Irlanda, ni en Sudáfrica... Nosotros lo único que hacemos es, desde el respeto absoluto a todas las víctimas y la apuesta inequívoca por las vías pacíficas, seguir una metodología que nos permita llegar a un escenario de superación definitiva de la violencia y de reconocimiento de todas las víctimas. El compromiso de Alternatiba, y me atrevo a decir que de Bildu, con las soluciones democráticas y la no violencia es absoluto, total e irreversible. Y lo vamos a seguir demostrando. Lo que no vamos a hacer es seguir los dictados de estrategias que tienen más que ver con intereses particulares que con la búsqueda de la paz justa en este pueblo.
- ¿Cree, como dijo Garitano, que aun no ha llegado el momento de reflexionar sobre las víctimas?
- La reflexión sobre el dolor causado se está produciendo ya. Otra cosa es que los pasos, en la forma y en el modo que algunos quieren ver, se puedan dar ahora. Lo digo con absoluta naturalidad. ¿Cree posible que Bildu se presentara en una conferencia de víctimas y fuera naturalmente aceptada por ellas cuando algunos medios nos llaman proetarras y amigos de los terroristas? ¿Sería positivo para la paz? ¿O acabaríamos generando una foto fija de conflicto? Preferimos seguir inoculando en la sociedad la necesidad de superar una etapa bastante negra de nuestra historia para dar lugar a un escenario nuevo e ilusionante.
- ¿Han tenido algún contacto con alguna víctima de ETA?
- Como Bildu no ha habido ninguna reunión oficial.
- ¿Y extraoficial?
- Yo le preguntaría a cualquier partido que haga públicas las reuniones que pueda tener. No entiendo por qué a Bildu se le exigen patrones que no se le exigen al resto. Reuniones oficiales no me constan, pero eso no significa que estemos más separados que antes. Estamos trabajando para que cualquier gesto que se haga no sea interpretado ni como interesado ni como una ofensa por parte de nadie. Estamos dotando de credibilidad a nuestra apuesta. Me hace gracia que pongan en duda la legitimidad democrática de Alternatiba o de EA, qué y quiénes. ¿El PP y el PSOE van a hacer de jurado?
- ¿Cuál es el siguiente paso?
- En este país vivimos saltando de fecha a fecha en el calendario cuando se trata de ETA. Yo no me obsesiono por las fechas. Me preocupo por que cada paso que demos sea firme e irreversible. Ya hemos vivido demasiado tiempo esperando la fecha soñada y mágica, prefiero trabajar día a día. Lo que sí sería absolutamente positivo es que el Grupo Internacional de Contacto (GIC) de Brian Currin pudiera desarrollar sus tareas de manera libre y plena.
- ¿Le consta que ha empezado el trabajo de verificación?
- Lo desconozco. Pero confiamos en que el GIC pueda desbrozar las dificultades y que las partes tengan voluntad para superarlas.
- ¿Han tenido algún contacto con el Gobierno central o el vasco?
- Que a mí me conste no.
- ¿Y lo han intentado?
- Es que Bildu no es el brazo político de nadie, no es interlocutor de nadie con el Gobierno central. No vamos a caer en el error de autoerigirnos vanguardia de nada.
- En cuanto a su labor de gobierno, ¿van a primar la normalización sobre los temas sectoriales?
- En dos meses, cuando uno no conoce cuál es la realidad de la institución, sus cuentas o los compromisos adquiridos, resulta difícil desplegar ya toda la gestión. Ha habido declaraciones en favor de un proceso de paz que tienen mucha resonancia, pero también ha habido pasos en favor de instituciones más democráticas, más abiertas, más austeras y más transparentes.
- Pero ustedes mismos reconocen que tienen que completar su programa...
- ¿Qué es más irresponsable, lanzar doce medidas sin conocer los recursos que tienes, o conocer los recursos y proponer iniciativas? De políticas propagandísticas que se quedan en nada hay otros expertos.
- ¿Están haciendo bandera de los presos?
- Lo que está haciendo Bildu tiene relación directa con lo que recoge el Acuerdo de Gernika. No significa más que eso.
- ¿Teme que una legalización de Sortu les deje en la cuneta?
- A quienes hacen esos vaticinios les recomiendo que cambien de profesión porque la realidad en el último año y medio les ha llevado la contraria sistemáticamente. Ni EA ni Alternatiba se han diluido en la «ambición» de la izquierda abertzale. Bildu es una herramienta de largo recorrido, y Sortu es una opción política que tendrá perfecta cabida en la acumulación de fuerzas. No veo ningún factor de riesgo.
- ¿Preparado para otra campaña?
- Sí. Lo peor que le puede pasar a alguien que milite en un partido es ir a una campaña sin convicción, sin ganas y sin una herramienta política útil para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Y nada de eso me ocurre a mí. Es otra etapa intermedia en el camino hacia la construcción de Euskal Herria desde la izquierda.
- ¿Piensa viajar usted a Madrid?
- Hace mucho que no voy a Madrid y no lo echo de menos.
- ¿Cómo cree que un cambio de gobierno puede afectar al proceso hacia la paz?
- No deja de ser una incógnita. Pero no desandará nada porque el PSOE nada ha hecho por contribuir, ni en materia de política penitenciaria, ni en legitimación del GIC, ni generando espacios de distensión. Sí es cierto que el PP une además dosis de intransigencia. Y ante eso las perspectivas no son halagüeñas. Pero, pese a la no colaboración del Gobierno el proceso de paz va a abrirse camino porque la voluntad es irrevocable.
- ¿Esperan algún gesto de Zapatero antes de que se vaya?
- Confiar en su autonomía para imponer un último gesto resulta política ficción. Aunque ojalá se diera.
Amaia Chico (Grupo Correo)

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