domingo, 26 de agosto de 2012

A MARINA AOIZ


Escribo estas líneas para hacer un pequeño reconocimiento a una persona que pocas presentaciones necesita, pues es muy conocida en Tafalla (y en otros muchos lugares) por ser escritora, poetisa, fotógrafa… además de entrañable, trabajadora, altruista… Pero no es por sus virtudes o características personales por lo que me he puesto a redactar esta carta, sino por su gran labor durante los años que ha llevado los contenidos y la gestión de la página web del Ayuntamiento de Tafalla y, dicho sea de paso, también como desagravio por la forma en que ha sido dada de baja de su trabajo.
Aduciendo que el contrato se había acabado (llevaba varios meses finalizado y aun así seguía con su labor...), desde alcaldía se le comunicó que no se le renovaría el mismo porque el resultado no era de su gusto... y yo me pregunto: una persona que tenía un contrato de unas 30 horas mensuales, que metía más del doble de horas todos los meses en trabajo de oficina, haciendo labores de documentación, investigación, montaje…, como bien saben quienes han compartido despacho con ella en el Ayuntamiento, y además un sinfín de horas de trabajo de campo (asistencia a plenos, campeonatos, certámenes, exposiciones, etcétera) siempre con su cámara en mano detrás de esa instantánea con la que adornar la noticia, que ponía su alma en que la información que llegara a vecinos y visitantes fuera veraz, interesante y documentada, aderezada con un lenguaje rico y delicado, ¿no hacía un trabajo al gusto de alcaldía? Pues algo no cuadra.
Para más inri, cuando desde nuestro grupo municipal supimos del tema y lo sacamos a colación en una Comisión de Seguimiento y Control, se nos dijo que se habían pedido tres ofertas a otras tantas empresas/autónomos incluyendo Marina, y que se estudiarían en la Comisión de Servicios Generales. A día de hoy aún estamos esperando a que se convoque dicha comisión. De hecho nos enteramos por la prensa que se había adjudicado de nuevo la página web y cuando preguntamos sobre el tema, la señora alcaldesa no supo explicar qué criterios objetivos había utilizado en su decisión unipersonal e inapelable. Otra vez engaños y actitudes caciquiles, como viene siendo habitual en este Ayuntamiento.
Nada más lejos de mi intención que subestimar la labor de las personas que ahora llevan el tema, que seguro que lo harán con profesionalidad, pero al César lo que es del César, por lo que quiero decir: Marina, eskerrik asko.
Pedro Leralta

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