miércoles, 8 de agosto de 2012

SÓLO UN 10% DE LOS TRABAJADORES CONSIGUE UNA BUENA ADAPTACIÓN AL HORARIO A TURNOS

Sólo el 10% de los trabajadores con turnos rotativos y/o nocturnos se adapta muy bien al horario, como revela un estudio del Observatorio Permanente de Riesgos Psicosociales de la UGT, que ha analizado los efectos fisiológicos, psicológicos y patológicos del trabajo a turnos y nocturno, las repercusiones a nivel laboral relacionadas con el rendimiento, la seguridad y el absentismo, y los aspectos organizativos precisos para mejorar las condiciones de trabajo.
El tiempo de trabajo es una de las condiciones laborales con una repercusión más directa sobre la vida diaria y, especialmente, sobre la salud y el bienestar de los trabajadores. Una de las principales causas es la falta de adaptación debida a la alteración de los ritmos circadianos  y sociales, así como una deficiente organización de los turnos.
El sistema a turnos es un fenómeno relativamente frecuente en nuestra sociedad, que lo ha convertido en un estilo de vida en los países industrializados, debido a motivaciones económicas y a la necesidad de proporcionar servicios de 24 horas en determinadas actividades.
Si bien la mayoría de las condiciones laborales pueden ser susceptibles de modificación y, por tanto, pueden adaptarse a las necesidades y exigencias de los trabajadores en general, la nocturnidad laboral, ya sea permanente o no, es una condición laboral inexcusable para millones de trabajadores en todo el mundo. Mientras que la nocturnidad permanente representa una doble alteración (trabajar de noche y dormir de día), la nocturnidad parcial añade, además, la rotación de los horarios como condición laboral extra y diferencial.

Principales conclusiones El estudio se ha realizado a través de 1.500 cuestionarios, de los que se han validado 1.164, a trabajadores de las industrias química y energética, artes gráficas, seguridad privada, industria panadera y láctea.
Las principales afecciones detectadas son las siguientes:
 Únicamente un 10% señala que se adapta muy bien al horario.
 Más del 30% de los trabajadores afirman que, cuando cometen algún error, se debe principalmente a la fatiga y a la sobrecarga del trabajo.
 El 55% de los trabajadores señala que las empresas no evitan los turnos para trabajadores de más edad o con problemas de salud; el 44% considera que la carga de trabajo no es inferior en el turno de noche; un 38% señala que la empresa no tiene en cuenta el número consecutivo de noches de trabajo y no intenta que éste sea el menor posible.
 Un 34% de los trabajadores nocturnos considera que la calidad de su sueño es muy mala y un 35% también percibe como negativa la capacidad reparadora de ese sueño.
 El estado anímico de los trabajadores tras la realización de un turno es de fatiga (41%), insomnio (38%), irritabilidad (39%), problemas de concentración (29%), desmotivación (26%).
 En cuanto al estado físico, se sienten cansados (36%), somnolientos (20%), con mal cuerpo (18%), tensos (16%), irritados (12%), hambrientos (12%), torpes (6%).
 Sufren dolores de cabeza (33%), contracturas musculares (32%), cambios bruscos de humor (30%), dolor crónico de espalda (25%), gastritis (18%), dolor crónico de piernas y pies (18%), tensión arterial alta (15%), venas varicosas (13%), cuadros de ansiedad (11%), arritmias cardiacas (9%), depresión (8%), crisis de pánico (3%).
 El 55% manifiesta que su horario de trabajo le deja poco tiempo para conciliar la vida familiar y laboral, y un 11% considera que no puede conciliar ambas esferas.
Medidas preventivasNo existe el diseño de una organización de turnos óptima, aunque sí es posible establecer ciertas pautas y medidas organizativas que permitan unas condiciones de trabajo más favorables o menos dañinas para su salud.

 Medidas relativas a la organización del trabajo.
o Dar a conocer con antelación el calendario con la organización de los turnos.
o Los turnos de noche y de tarde serán preferiblemente más cortos que los de mañana.
o Dar al menos una jornada completa de descanso después de tres turnos de noche consecutivos.
o Prever fines de semana libres de, al menos, dos días consecutivos.
o Los turnos deberán respetar al máximo el ciclo de sueño.
o Evitar que las trabajadoras embarazadas o en período de lactancia trabajen en horario nocturno.
o Reducir la carga de trabajo por la noche.
o Facilitar la posibilidad de descanso después de hacer el turno de noche.
o Se deben introducir breves pausas para mejorar el estado funcional del organismo, en especial en el trabajo nocturno.
 Consejos para planificar los horarios.
o Reducir al máximo la cantidad de trabajadores nocturnos permanentes.
o Ciclos cortos: no trabajar seis o siete noches sucesivas, sino tres o cuatro como máximo.
o El sueño y el bienestar, en general, son mejores cuando se rota en el sentido mañana-tarde-noche.
o Evitar el paso directo de un horario a otro: el intervalo debe ser, por lo menos, de 11 horas entre el final de un período de trabajo y el comienzo de otro.
 Consejos para mejorar la calidad del trabajo nocturno.
o Descansar en una cama por lo menos durante 6 ó 7 horas diarias, incluso aunque no se duerma todo el tiempo. Agregar a ese descanso una buena siesta al comienzo de la tarde.
o Organizarse para dormir en buenas condiciones: desenchufar el teléfono, ponerse tapones en los oídos, etc.
o Tomar una comida caliente entre dos y tres horas después de levantarse, antes de comenzar el turno nocturno, por ejemplo, hacia las 18 horas. Si es posible, comer todos los días a la misma hora y, una vez terminado el turno, no ingerir ninguna comida abundante antes de dormir.
o Mantener relaciones sociales: intentar adaptar el tiempo al de la familia, mantener contacto con otros trabajadores nocturnos durante el tiempo libre, etc.
 Medidas relativas a la vigilancia de la salud.
o Efectuar un reconocimiento médico previo para detectar antecedentes de trastornos digestivos graves, alteraciones importantes del sueño o enfermedades específicas, como la epilepsia, que pueden desencadenarse debido a la fatiga y a la privación de sueño, o la diabetes, que puede verse agravada por alteraciones en los hábitos alimentarios.
o Establecer un procedimiento de vigilancia de la salud que permita detectar rápidamente problemas de adaptación y de salud asociados al trabajo a turnos y/o nocturno, para intervenir antes de que aparezcan daños irreversibles.
 Dieta.
o Aligerar el tipo de comida, disminuyendo la cantidad de grasas: comer pollo, pescado, queso, fruta.
o Evitar el uso de alcohol.

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