lunes, 12 de agosto de 2013

BUÑUEL RECORDARÁ EL SÁBADO 17 DE AGOSTO LO QUE SUCEDIÓ EN EL VERANO DE 1936


En aquel verano de 1936 no hubo fiestas. No era fiesta oficial la Asunción de la Virgen y las autoridades habían suspendido las fiestas civiles. 

El día 17, siendo lunes, en la Iglesia y con motivo de la primera celebración de Agustín Fernández, se cantó un Te deum y se celebró una gran Eucaristía en la que participó el vecindario con un fervor especial. Oficiaron Javier Garriz, Carlos Cerdán, Aurelio Galipienzo y Vicente Arrondo. A la salida en la Plaza de la Iglesia, el besamanos resultó altamente emotivo por los centenares de vecinos que fueron a besar reverentes las manos ungidas del nuevo sacerdote
No suspendieron los crímenes. 
El día quince asesinaron a: Juan José Conget, y al día siguiente de esta celebración religiosa mandaron matar y mataron a: Santiago Blasco, Máximo Borobia, Víctor Doiz, Pedro Monreal, Jesús Litago, Román Pínzolas. Fue la penúltima escarda.
La última salvajada fue la de la noche del 26 en la que entre un buen número de vecinos sacaron de sus casas a veintiséis inocentes y en unas pocas horas los asesinaron. 
El joven sacerdote oficiaba de último confesor.
El sábado día diecisiete, a las siete y media de la tarde, recordaremos aquella noche tan trágica como importante para la historia de Buñuel. Desde la residencia y cruzando el pueblo por sus calles más antiguas, pasaremos por alguna de las casas de donde se sacaron personas a la muerte. 
Noche de criminales que arrancaron vidas sin piedad. 
Manos criminales que no supieron de misericordia. 
Pueblo criminal si se niega a recordar a sus inocentes. 
El Ayuntamiento de Buñuel sigue sin reconocer estos hechos y sin obrar en justa consecuencia.
Buñuel, verano de 1936.


Pedro José Francés, en Facebook

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