sábado, 3 de agosto de 2013

EL PASADO TIENE MUCHO FUTURO EN OLITE

La Casa de Cultura despidió este viernes, repleta de público, el curso de novela histórica “Las fronteras de un reino” que durante casi una semana trajo al programa del Festival de Teatro escritores duchos en combinar los datos del pasado y la ficción narrativa, una modalidad literaria en apogeo y que, por segundo año, se abre paso en el calendario estival olitense, tanto que en el futuro podría ganar un protagonismo serio, con posibilidad de lograr autonomía propia si los organizadores (Gobierno de Navarra y Uned) se suben definitivamente al carro.
 Que más de 200 personas se junten en Olite para escuchar cómo Toti Martínez de Lezea desgrana sus libros, entre canción y canción interpretadas al arpa y laúd por Maite Itoiz, es todo un lujazo por ambas protagonistas, la pizpireta escritora que ambienta muchas de sus historias en el viejo Reyno y la dulce voz de la soprano que parece sacada de un cuento del medievo.
Pero el colofón de Martínez de Lezea e Itoiz no fue más que broche de un curso que se asienta, interesa y crece. Tanto el zaragozano Lorenzo Mediano como el tudelano Carlos Aurensanz abrieron la espita de la curiosidad al penetrar con sus obras en un oscuro periodo en el que musulmanes y cristianos convivían en el siglo IX, quizá, con más permeabilidad que lo que sospechamos. El asentamiento en la zona de Tudela de la familia Banu Qasi, conde visigodo para unos o noble vascón para otros, y la asimilación de la religión islámica por aquellos “navarros” del sur abre nuevas incógnitas, como la pregunta de si el gran Abderraman III, con tres cuartas partes de sangre vascona, conocía el euskera a través de su rama materna.
Santiago Posteguillo, lingüista y profesor deuniversidad en Valencia, puso el contrapunto académico al curso. El que pasa por ser uno de los mayores especialistas en el mundo romano avanzó su próxima novela e introdujo a los asistentes en el difícil arte de combinar hechos históricos constatados con la ficción que humaniza datos y
da alma a la novela.
Ana Belén Albero, presentadora del encuentro, hiló con destreza intervenciones, agilizó turnos de preguntas, facilitó el discurrir del cursillo que nació el año pasado fruto del ensayo y que merece crecer, ampliar horizontes, conocer autores y espacios al aire libre, porque la experiencia despertada demuestra que el pasado suscita interés en el presente y tiene mucho futuro.
El Olitense

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