viernes, 2 de agosto de 2013

MENDIZALES DENUNCIAN LOS DESTROZOS PROVOCADOS POR LOS MOTORISTAS

"Profundos surcos en caminos y pistas forestales y raíces y árboles destrozados en hayedos y pinares son algunos de los rastros que, cada fin de semana, dejan los aficionados a las motos de montaña y quads a su paso". Varias asociaciones de mendizales de Tolosaldea y Goierri se muestran tajantes "ante la gravedad del asunto" y "preocupados" por sus consecuencias "en nuestros montes y ante lo que poco podemos hacer, más que presentar quejas en la Diputación".
Quejas que de momento no han recibido respuesta de la Diputación Foral. Cuando algunos de sus miembros han presentado denuncias a título personal han recibido, aseguran una respuesta "superficial. No han dicho que es muy difícil pillarles 'in fraganti', pero no lo es tanto y les hemos propuesto que vengan con nosotros cuando quieran", dicen Bixente Iguaran y Gotzon Larrea, miembros de Aizkardi Mendi Taldea.
A lo largo de los últimos meses, los montañeros se han reunido en diversas ocasiones para tratar "el problema de los motozales". Hace un mes presentaron una queja en el Departamento de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo, para denunciar "los destrozos provocados por las motos de monte", mostrando su "desengaño ante la postura de la Diputación".
Desde Aizkardi subrayan que "hoy es el día en el que no se ha tomado ninguna medida en torno al tema a pesar de las pruebas en los continuos ataques contra nuestros bosques y montes en Orialdea". La asocaición montañera reclama que la Diputación haga cumplir la ley, "que impide que este tipo de vehículos transite fuera de las pistas forestales, algo que está prohibido pero que los aficionados a las quads y motos de monte continúan haciendo. Creemos que este tema debería estar controlado por ertzainas y no por guardas forestales".
La denuncia de los mendizales viene acompañada de fotografías que prueban el paso de este tipo de vehículos por los montes de la zona. "Es un problema que viene de lejos". Hace varios años que Joxe Miguel Etxeberria viene presentando sus quejas formalmente ante las instituciones. Tanto en el Ayuntamiento de Berastegi como en el departamento foral de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo. Los primeros, explica Etxeberria, escucharon y atendieron sus peticiones. Desde la institución foral recibió "una vaga respuesta" a una petición que considera de una gran gravedad. "La presencia de motoristas en los montes de Berastegi es constante. Además del insoportable ruido, que sacan, la velocidad a la que circulan supone un riesto para el paseante, porque ni siquiera reducen la velocidad cuando pasan a tu lado". Según Etxeberria, la actitud de los motoristas es abusiva en muchos casos: pasan por donde quieren. "He llegado a ver a alguno con un cortafrío en la mochila. Al llegar a un cerco que rodeaba a un terreno cortó el alambre para poder pasar con su moto, sin medir las consecuencias que su acción tendría para el baserritarra".
El berastegiarra considera que estos conductores "son unos inconscientes porque sus subidas de adrenalina provocan grandes problemas medioambientales, como la destrucción de los almacenes de carbono que se concentra en el suelo. Consulté el tema con un especialista y me dijo que el suelo de nuestros bosques es un importante almacén de carbono, donde se encuentran los protectores de la tierra y que una vez destruidos, necesita de muchos años para su recuperación. A esto hay que añadir que no reparan si a su paso destruyen zonas de hongos o especies protegidas....En la zona de Ulino hay riachuelo en el que no han destrozado las orillas,sin olvidar a los habitantes de los bosques que cruzan con sus vehículos: las ardillas, pájaros y demás animales".
A esta larga lista de argumentos sobre los destrozos provocados por las motos, el ordiziarra Juan Manuel Garmendia añade "la erosión que ha provocado graves problemas este invierno. Las abundantes lluvias caías los últimos meses han traído consigo graves problemas de corrimientos de tierra y derrumbes. Cuando pasan con sus motos y quads, hacen grandes surcos por las pistas y terrenos, lo que trae consigo que desaparezcan las vaguadas y haya mucha erosión en la tierra. Este es un gran problema que ha provocado serias consecuencias en la zona de Aralar, por ejemplo".
Garmendia se queja de que "parece que no tienen límites, cualquier pista o monte es un nuevo reto para ellos. No reparan ni dónde están ni lo que hay a su alrededor. Sólo hay que acercarse a Murumendi, a la zona de Etxegarate, a Arantzamendi....las pistas están destrozadas mientras ellos disfrutan creando esos enormes surcos". El mendizale considera que "la Diputación debería regular las zona donde pueden circular y las que no. Deberían publicar un catálogo de caminos y penar a quienes no lo respeten".
Elisa Belauntzaran, en El Diario Vasco

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