miércoles, 16 de octubre de 2013

¿NABARRA? ¿NAFARROA?

¿Cuál es la etimología de la palabra Navarra? Dos pueden ser. Una: de naba (llanura entre montañas) y la contracción de erria (país, comarca, pueblo), o sea (país, comarca, de la llanura entre montañas); es decir, la primitiva Navarra, la comarca más navarra de toda Navarra, la llamada Cuenca de Pamplona o Iruñerria, llanura rodeada de sierras. La otra etimología puede ser nabar (pardo, a) más el artículo a (la parda); es una meseta de unos 450 metros de altitud, parecida en sus tonos cromáticos a la Llanada de Araba. Las dos etimologías se ajustan a las características de la tierra.
El euskera es muy alérgico al sonido f. En las escasas palabras que existe se sustituye muchas veces por b o p. Así, farra (risa) por barraafaldu (cenar) por apaldufraka (pantalón) por praka,alfer (vago) por alperfago (haya) por pago... Son muy pocos los apellidos con f, en algunos de ellos existen las dos variantes, con f y con b o p. V. gr. Zufia, Zufiaurre, Fagoaga o Zubia, Zubiarre, Pagoaga.
Dice Resurrección María de Azkue de la letra f en su diccionario: "Comúnmente se cree que no es sonido indígena, por más que, aunque poco, se usa en todos los dialectos del vascuence... Todavía hay muchos vascos naturalmente refractarios á este sonido y tienden á pronunciarlo como p". Alguien tan poco sospechoso de jatorrismo como Federico Krutwig Sagredo dice: "Al igual que el euskara, el gascón es enemigo de la f" (Vasconia, pag. 49). El hombre que quizá más ha sabido sobre Navarra, Arturo Campión, siempre escribió Nabarra. Sabino Arana siempre escribió Nabarra. Hasta los años 70, todos los abertzales escribían y decían Nabarra y no Nafarroa. ETA en su librito La insurrección en Euzkadi (1964) escribe Nabarra.
Y actualmente, el historiador José Luis Orella Unzué, de los más doctos sobre el tema siempre escribe Nabarra, nunca Nafarroa. Como tampoco Ángel Rekalde y Luis María Martínez Garate, articulistas, de la asociación Nabarralde y no Nafarroalde.
Lo mismo que Aitzol Altuna Enzunza, analista, e Iñigo Saldise Alda, articulista, que escriben siempre Nabarra. Iñaki Anasagasti nunca escribe Nafarroa, sino Navarra. La bibliotecaria y escritora Aran-tzazu Amezaga Iribarren escribe siempre Nabarra. Lo mismo que Manuel Irujo, el político más notable que ha existido en Navarra y que siempre escribió Nabarra.
Jorge Garay Zabala, en Noticias de Gipuzkoa

1 comentario:

Angel Lacort dijo...

Buena parte de las argumentaciones tienen que ver con épocas recientes, y en gran medida condicionada por cuestiones que tienen que ver con «adaptaciones» al pensamiento nacionalista que a la propia historia. Es decir a marcar desde el idioma unas diferencias con el español: fundamentalmente eliminacion de la «V» y la «C».
Pero este debate, situado en este terreno (y sin olvidar que la mayor parte de la literatura en euskera escrita hasta el siglo XX utiliza sin mayor problema uves u ces), significa desviar el fondo de la cuestión. Al margen de una etimología que reduce la extensión de Navarra a la Cuenca, por ejemplo, existe la documentación escrita, abundantísima, donde se puede comprobar qué escribían los navarros de su territorio, y aunque se utiliza indistintamente Navarra y Nabarra, la primera es la más abundante. Pero veamos cuándo Navarra pasa a ser el nombre oficial del territorio (reino) de los vascos, porque aquí está la clave del asunto. Es con Sancho VI el Sabio que toma esa determinación, abandonando el anterior Reino de Pamplona. Son momentos en los que Castilla continúa con su plan expansionista y Sancho VI decide reforzar los límites del reino mediante la promulgación de numerosos fueros a las poblaciones fronterizas, especialmente. Es en ese momento que se plasma de forma práctica y evidente una conciencia de defensa de lo propio, cuando a todo el territorio se le denomina Navarra. Y estamos hablando también del Duranguesado, Álava, Gipuzkoa y La Rioja, aunque el Laudo arbitral de Londres dejaría La Rioja para Castilla. ¿Que qué es Navarra? Pues dejen de jugar con etimologías como sustento político y estudien la documentación que certifica nuestra historia. Los caminos que posteriormente decidieron algunos a la vera de Castilla, por resultarles más rentables, deberían servirnos para enfrentarnos a la realidad de lo sucedido, porque el presente, por mucho que se le quiera readaptar como si naciera en elXIX, es consecuencia de todo lo anterior. No entiendo por qué hemos de renunciar a «Navarra», si esa V es tan nuestra como la B.